Un Viernes más
Para alimentar la costumbre
echare un granito de arena
a la ruidosa calle.
Es viernes con sabor a convite;
una melodía, y en su arrobo
las divinas caderas
se juntan coreando la vida.
Nótese la media sonrisa
como cómplice y gusto de la fiesta,
en primera fila,
un pedazo de blanco cielo
boca complaciente de la luna.
Digace de los amantes de la noche,
de sus paseos sobre ruedas,
lento caminar del carruaje,
la dinámica de un fin de semana,
vueltas de partida,
pasión en reposo que regresa.
El sopor matiza los cuellos;
adolescentes a los pies de la palma,
perfumes de juventud,
tul, corona y pañuelos una orgía
de objetos caídos por el suelo.
Por la acera mis pasos retumban
contribuyo a los fragores
a las mieles de un nocturno paisaje
un individuo más
que enciende el quinto día de la semana.
Para alimentar la costumbre
echare un granito de arena
a la ruidosa calle.
Es viernes con sabor a convite;
una melodía, y en su arrobo
las divinas caderas
se juntan coreando la vida.
Nótese la media sonrisa
como cómplice y gusto de la fiesta,
en primera fila,
un pedazo de blanco cielo
boca complaciente de la luna.
Digace de los amantes de la noche,
de sus paseos sobre ruedas,
lento caminar del carruaje,
la dinámica de un fin de semana,
vueltas de partida,
pasión en reposo que regresa.
El sopor matiza los cuellos;
adolescentes a los pies de la palma,
perfumes de juventud,
tul, corona y pañuelos una orgía
de objetos caídos por el suelo.
Por la acera mis pasos retumban
contribuyo a los fragores
a las mieles de un nocturno paisaje
un individuo más
que enciende el quinto día de la semana.
