Amores escondidos
Entre espigas te veas,
en tu cuello grises granos,
arribando una circunstancia,
de soslayo la golondrina,
una pareja paralela,
la cosecha,
la siembra.
Quieto viento, vislumbrante y mudo,
no obstante movimiento,
gesta de semilla desconocida
a la pradera, más no a la natura,
porque de sus fervores se alimenta,
de sus pasos
y amores escondidos.
Entre espigas te veas,
en tu cuello grises granos,
arribando una circunstancia,
de soslayo la golondrina,
una pareja paralela,
la cosecha,
la siembra.
Quieto viento, vislumbrante y mudo,
no obstante movimiento,
gesta de semilla desconocida
a la pradera, más no a la natura,
porque de sus fervores se alimenta,
de sus pasos
y amores escondidos.
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